top of page

¿Por qué no haces lo que yo quiero?

  • Foto del escritor: Mafe Salgado
    Mafe Salgado
  • 17 dic 2018
  • 4 Min. de lectura

Todos hemos tenido pruebas en algún momento de nuestras vidas. Todos hemos pasado por cosas en las que desearíamos no estar, todos hemos tenido momentos difíciles en los que ningún consejo logra calmarnos, ninguna palabra funciona. Podemos pensar que nos estamos muriendo en vida por alguna crisis y luego sentirnos demasiado mal por pensar que hay problemas peores que los nuestros y que estamos haciendo un escándalo por algo “insignificante”. En la prueba, llegan miles de pensamientos negativos que empiezas a creer y empiezan a bajar tu autoestima al punto de pensar que mereces todo lo malo que te está pasando por que quizás hiciste algo malo en tu pasado, porque de pronto heriste tanto a alguien que ahora la vida “te lo está devolviendo” o “lo estás pagando”. Personalmente, soy fan de matarme la cabeza pensando en todo lo malo que hice para estar pasando por la prueba que sea que esté pasando, pero he entendido que las pruebas te hacen fuerte, te hacen madurar y te hacen ver cosas en ti que no pudiste ver antes del problema.


Suena muy cliché el hecho de decir que después de un desierto floreces y sanas y todo lo que sufriste valió la pena porque mientras estás pasando por la prueba, es demasiado difícil llegar a creer esto, incluso empiezas a pensar que todo el mundo te dice lo mismo por darte ánimos y no verte mal, pero cuando empiezas a ver que todo lo que en algún momento te dijeron se hace realidad poco a poco y sale tu mejor versión, entiendes que valió la pena. Yo empecé a culparme por todo y no creía en nada de lo que me aconsejaban y en mis oraciones le pedía a Dios para que todo volviera a ser como antes, antes del problema, antes de pasar por todo lo que estaba pasando. Quería simplemente volver a sentirme “feliz” en lo que antes creía que estaba bien y no entendía porque Dios había permitido que yo pasara por un momento así ni mucho menos entendía porque no me escuchaba y hacía que todo fuese como antes. A pesar de que Dios escuchaba cada oración desesperada por volver a lo de antes, siempre me respondía con un NO, porque quería que yo entendiera que no se trata de lo que yo quiero si no de lo que en realidad necesito para mi vida ahorita y en el futuro. Entendí que si Dios me daba ahorita todo lo que quiero, sin decirme que no por tenerme contenta, en un futuro iba a sufrir más de lo que lo estaba haciendo en mi prueba. Lo más difícil para mí es llegar a entender esto, es llegar a entender la prueba y tener la disposición en la mente y en el corazón para poder atravesarla con éxito porque la única manera de salir es atravesando. Esta parte difícil viene acompañada de noches en las que me sentía completamente sola, nadie me entendía y tampoco quería molestar a nadie con toda mi quejadera diaria, así que moleste todas las noches a Dios y no voy a negar que aveces era muy difícil sentirlo conmigo porque era un silencio de su parte en el que yo solo pensaba que no me escuchaba, que no me quería tanto como pensaba para ayudarme a salir de esta. Pero con el tiempo, él fue el que me mostró que siempre estuvo ahí, que aunque todos pueden fallarte el único que permanece siempre es él, porque su amor es incondicional, él no es esa amiga que te dice que no vuelvas con el tipo por séptima vez ni tampoco es ese papá que casi te mata por perder una materia en la universidad. Aunque es muy duro de creer el entiende por lo que estás pasando, el hoy te dice que entiende tu dolor por que estuvo aquí hecho hombre como Jesús y que lo que más le duele es verte mal por cosas que él puede solucionar si tú le das “el permiso” y confías plenamente en él.



Para mí la frase de “yo sé lo que hago” solo la podría decir Dios, en verdad es el único que mientras tú estás aquí preocupándote, él ya está obrando días después poniendo bendiciones en tu camino para eliminar todas esas lagrimas que la prueba te hizo derramar. “Encomienda al Señor tu camino, confía en él y él actuará” (Salmo 37:5). Confiar completamente en Dios puede llegar a ser difícil si piensas que las cosas por las que estás pasando no tienen solución o si piensas que es el fin del mundo por pasar por esto. Tienes que empezar a creer en el poder de Dios, en que el todo lo puede, en que si venció a la muerte cuando Jesús resucito en la cruz también puede vencer tu problema sin importar cuál sea, pero tienes que creer y tienes que empezar a relacionarte con él. No lo busques solo en lo malo, agradécele por cada uno de tus buenos días, porque aun en tus buenos días el sigue ahí y así como te escucho en tus noches difíciles él quiere que lo recuerdes en tus mejores días. Ninguna prueba es mayor o peor que otra, cada persona tiene sus propios desiertos y por eso no está bien juzgar los procesos de cada quien porque a todos nos duelen las cosas de una manera distinta y eso también debes entenderlo en tu proceso.



Dios tiene algo enorme preparado para ti y si permitió que atravesaras esta y otras pruebas más es porque te necesitaba más fuerte para lo que se viene pero también quería que sacaras tu mejor versión para él, quería que vieras todo lo que eres capaz de conseguir de su mano, quiere mostrarte como los cambios son necesarios para que sigas creciendo y así como cuando tus papás poco a poco fueron quitándote las rueditas de la bicicleta para que aprendieras solo/a Dios aquí también te está formando y te está quitando cosas que no te permiten avanzar, porque él quiere que llegues a un punto en el que seas luz, brilles y logres todo lo que tiene preparado para ti. Él te ama y quiere que entiendas hoy que no es lo que tú quieras, es lo que necesitas.

 
 
 

Comentários


Un pedacito de cielo para ti, en tu movil.

bottom of page