Salto al vacío (?)

Existe un momento en el que ya nada peor puede suceder, nadie te puede dejar más rota de lo que ya estás, no tienes nada más que perder por que sientes que ya no tienes nada pero así mismo, ninguna palabra de aliento funciona, ninguna película distrae y ningún abrazo conforta. Para mí ese momento, ese "mental breakdown" fue exactamente hace un año y fue un momento muy difícil en el que me sentía sola en un lugar lleno de gente. Puedo estar segura de que tú, en algún momento, te has sentido también así por que es un momento normal en la vida de todos, pero lo más importante aquí es cómo salir de esto. Yo te puedo decir que lo intenté TODOOOO, hasta sentarme a hablar con un psicólogo, sin entender que el mejor psicólogo en nuestras vidas es Dios. Siempre he sido creyente por lo que la familia enseña, pero nunca lo sentí como nada más que eso, una religión. Puedo decir que no acepté este cambio en mi vida inmediatamente, si no hasta darme cuenta que realmente necesitaba de algo tan poderoso cómo el amor de Dios para salir de todo por lo que estaba pasando. Fui terca y muchas veces le di la espalda, tratando de buscar una solución rápida, tangible y en lo posible visible, pero la fe va más allá de eso y ahora más que nunca se que Dios te sorprende en los momentos que menos lo esperas, demostrándote que por encima de ese amigo, de esa compañera, ese novio, está él, dándote lo que necesitas. Queriéndote decir a gritos que dejes de buscar en otras personas lo que sólo él es capaz de darte para sentirte completamente llena y con fuerza para de salir de todo.

Este momento de mi vida lo vi como el salto al vacío que mejor resultó. Lo veo así por que ya no tenía fe, ni esperanza, ni amor. Estaba vacía y sentía que cualquier cosa que hiciera ya no me iba a afectar en nada, no iba a doler ni a importar. Acepté un día para ir a una reunión religiosa en donde, a pesar de que ya había ido con mi corazón cerrado y sin disposición, sentí algo diferente en mi, me quebranté en llanto por que sentí su abrazo. Esto no es cuestión de vista, es fe, es la fe que le pongas y la disposición que lleve tu corazón y ese día pude sentir el abrazo de mi papá, todopoderoso, consolándome y diciéndome "aquí estoy, no estás sola, estás pasando por un mal momento pero aquí estoy yo". Nadie nunca en la vida, me había hecho sentir tan protegida y amada como me sentí en ese momento, que duró unos minutos pero que cada mañana vuelvo a sentir, ese amor que siento día a día de un Dios amoroso, que siempre te ve con ojos de amor, que siempre quiere cuidarte del mal y quiere llevarte y guiarte por el camino que él quiere para ti, sólo si tú se lo permites.

Hay días en los que me cuestiono, ¿Porque no acepté antes? ¿Porque no escuché con más atención? Pero así mismo entiendo que los tiempos de Dios son perfectos y tuve que pasar por un momento duro, de sequía en mi vida para poder entender con un corazón frágil, que solo él podía hacerme fuerte y que Dios y su palabra eran la única solución a mis problemas.

"El amor perfecto de Dios, expulsa todo temor"

1 Juan 4:18